Imaginando el Futuro

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Cuento de lengua ciencia ficcion

En un pasado muy lejano los alíens eran quienes dominaban la tierra. Los humanos eran esclavos, pero quedaba uno solo que soñaba con la libertad de los humanos y que haría lo posible para lograrlo.
Sam era un hombre que debido a una explosión provocada por los alíens se le pegó la máscara a la cara de oxígeno que usaba, ya que el ambiente estaba totalmente contaminado por nubes de humo.
Después de la explosión él juró vengarse de los que le hicieron eso y liberar a la raza humana.
El sabía que los alíens eran vulnerables al acero, pero en esos tiempos los alíens destruyeron todas las armas de fuego y todo el acero del mundo y las reemplazaron por armas láser con las que eran invulnerables.
Sam logró juntarse con el único revolucionario del universo que quedaba, quíen era el que poseía las últimas 4 armas de fuego del mundo y sus municiones de acero. Luego con el último pedazo de acero decidió hacer una gran estaca, la que tenía pensado utilizar para matar a la reina alíen.
Su destino era la nave nodriza donde estaba la dichosa reina alíen que era la única hembra de todo el mundo junto a muchos machos, por que cuando la hembra era fecundada por el macho antes de la muerte le daba una sustancia violeta que hacía que naciera una nueva hembra y que la anterior muriera. Y la única forma de extinguir la raza alíen era matando a la reina alíen con algo de acero.
Cuando Sam fue a pelear contra los alíens se encontró con tres de ellos en la entrada cuales derroto muy fácilmente. Luego de entrar a la nave se dio cuenta de donde salía todo ese humo que estaba contaminando toda la tierra. Era una máquina que recibía aliens como tributo para largar ese humo que servia como oxígeno para ellos.
Después de enterarse lo que hacía dicha máquina logró destruirla, y fue en ese mismo instante que escucho un seco ruido de pasos de miles de alíen yendo hacía su posición y entonces empezó a correr bien lejos de los alíens hasta que los perdió.
El siguió su recorrido hasta llegar a la habitación donde se encontraba dicha reina. Cuando llego a la habitación se encontró con mas de 20 alíens protegiéndola, a quienes tuvo que matar para poder llegar hacía donde estaba la reina. Esta fue una pelea intensa y logró matarlos a todos.
Luego fue hacía a donde estaba la reina, quien parecía estar sola, y fue ahí cuando ella le dijo: ¿Torpe humano piensas que estoy sola? Y en ese mismo instante salieron más o menos unos 200 alíens de atrás de la reina.
Esa fue una pelea muy dura y logró matarlos a todos, pero cuando le iba a disparar a la reina se dio cuenta que no tenia mas balas. Y fue entonces cuando recordó que tenia la estaca de acero, la saco y empezó a luchar con la reina.
Ella escupía un acído violeta que Sam esquivaba con gran dificultad. Fue en ese mismo momento en que la reina quiso cubrir sus huevos Sam le clavó la estaca y ella se fue derritiendo de poco a poco.
Luego de destruir a la reina destruyó los huevos y todo el palacio alíen, poniendo una bomba de tiempo en la habitación de la reina y así poder salvar a toda la humanidad de dicha amenaza.
Sam quedo recordado en la historia como “El salvador de la humanidad”. Una estatua fue fundada en su honor, pero se rompió de descuido, entonces nada quedo de recuerdo de su acto heroico.